El verano está a la vuelta de la esquina y, como cada año, queremos conseguir un bronceado bonito y duradero en nuestras vacaciones. Es bien sabido que no basta con tumbarse bajo el sol por horas para tener una piel envidiable, porque el secreto para tener un bronceado perfecto reside sobre todo en nuestra alimentación.
La primera regla que hay que aprender es que hay que preparar la piel lo mejor posible para exponerla al sol, hidratándola en los meses precedentes a la estación del verano. De hecho, para obtener antes y mantener durante más tiempo el bronceado, es importante evitar que la piel se seque, y que por lo tanto se escame antes de tiempo a causa de la deshidratación. Recordemos que, a no ser que haya contraindicaciones específicas, es importante beber al menos 2 litros de agua al día (evitando bebidas con gas o zumos y prefiriendo en su lugar aguas frescas o minerales) y mantener en nuestra dieta al menos 2 porciones de verdura y 2/3 porciones de fruta al día.
La fruta es un alimento importantísimo para la salud de nuestra piel y, con sus vitaminas y sales minerales, puede convertirse en un aliado fundamental para obtener un bronceado duradero. Existen determinadas frutas que son realmente aconsejables para preparar la piel al verano y son las que contienen más Vitamina A, la vitamina que más estimula la producción de Melanina, sustancia pigmentada producida por nuestra piel como respuesta a la exposición al sol. Veamos cuáles son.El albaricoque
es la fruta que contiene más vitamina A y beta-caroteno, un antioxidante utilísimo para combatir el estrés y el envejecimiento cutáneo. Es por lo tanto la fruta más indicada para preparar la piel para el bronceado. La pulpa del albaricoque también contiene mucha vitamina C y sales minerales como el fósforo y el potasio. Además, los carotenoides son muy favorables para proteger nuestra vista, en particular la retina, una de las partes más delicadas del ojo. Podemos comer el albaricoque en frescas macedonias, acompañadas de un poco de zumo de limón y una pizca de estevia. Proteínas. Para completar los aminoácidos “sanos” hay que consumir mucho pescado azul – que contiene Omega 3 y ácidos grasos esenciales, capaces de mejorar el tono de la piel – y poca carne, optando, en todo caso, por la blanca. El equilibrio antes de todo, sin seguir dietas “hechas en casa”. En este caso el riesgo es el de perder mucho peso sobre todo en glúteos, creando precisamente lo contrario a nuestro objetivo, glúteos tonificados. Y Operación Bikini no superada.El melón
otra fuente importantísima de vitamina A y beta-caroteno, que como hemos visto, son sustancias fundamentales que hay que integrar en nuestro organismo para proteger nuestra piel y prevenir los daños del estrés oxidativo que, entre otras cosas, también está provocado por la exposición a los rayos solares. El zumo de melón contiene numerosas sustancias naturales que favorecen la elasticidad y la tonificación cutánea y que ayudan a prevenir las quemaduras.
Los melocotones,
como todos los alimentos de color rojo/amarillo, aportan una gran cantidad de carotenoides y vitamina A, pero también de otras sales minerales como el hierro, el potasio y el selenio. El selenio, de forma específica, desempeña una acción protectora importante hacia nuestras células, ayudándonos a mantener una piel radiante y elástica. La elasticidad de la piel también se ve favorecida por la acción desintoxicante de esta fruta, dada sobre todo por el elevado contenido de vitamina C, uno de los antioxidantes naturales más importantes que la naturaleza nos ofrece.
La sandía
es la fruta protagonista del verano. Cada año esperamos el primer calor solo para saborear alguna rodaja. Es la fruta más refrescante y la que contiene más cantidad de agua, por este motivo es importantísimo consumirla en verano, cuando a causa del calor arriesgamos a no hidratarnos lo suficiente. Estas características la convierten en el alimento depurativo por excelencia, porque al favorecer la diuresis ayuda a combatir la retención hídrica y ayuda a mantener la piel elástica, tonificada e hidratada. Además, gracias a su contenido de vitamina B6 y magnesio, puede ayudar a combatir el cansancio y el agotamiento típicos del verano y de las temporadas calurosas. Por estas propiedades debemos considerar la sandía una fruta fundamental en nuestra alimentación si queremos preparar nuestra piel lo mejor posible para el verano.